El proyecto AGRIFOOD-ENV-DSS, que está financiado en el marco de las ayudas para AEIs (Agrupaciones Empresariales Innovadoras) 2022b del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se centrado en la investigación y desarrollo de un nuevo sistema digital avanzado, como herramienta de ayuda a la toma de decisiones y optimizar los procesos de producción en la industria agroalimentaria, especialmente del sector de la viticultura y la cerveza. Además, pretende reducir su huella medioambiental, principalmente su consumo energético e hídrico. Para ello, el proyecto ha contado con un consorcio liderado por el Clúster Aragonés de Alimentación, con participación del Clúster Vitivinícola de Cataluña (INNOVI), las empresas de la industria del vino y cerveza GRANDES VINOS, LA ZARAGOZANA, BODEGUES SUMARROCA, y las empresas tecnológicas, FAMA SYSTEMS y SOLUCIONES CUATROOCHENTA.
En el sector agroalimentario es clave la implementación de estrategias de digitalización para optimizar parámetros claves de los procesos productivos a lo largo de toda la cadena de valor para incrementar la eficiencia energética de la gestión industrial, aumentar su calidad y reducir su impacto aplicando tecnologías digitales avanzadas.
El proyecto contribuye con el desarrollo del nuevo sistema digital AGRIFOOD-ENV-DSS en el impulso de un nuevo modelo de gestión de la industria alimentaria más eficiente y con menor impacto ambiental. El uso de este sistema digital contribuirá a reducir la generación de desperdicios de envases y alimentos, reducir los consumos de agua y mejorar la eficiencia de las líneas de fabricación, permitiendo a las empresas optimizar el modelo de gestión de sus plantas industriales y anticiparse sobre sus procesos productivos.
El sistema AGRIFOOD-ENV-DSS ha realizado la adquisición y gestión de datos a través de dispositivos móviles, y con esta información el productor puede orientar el riego y la fertilización hacia dónde más se necesitan. Lo hace con un reporting digital, que permite gestionar y minimizar los riesgos e impactos medioambientales negativos y un ahorro en los costes de producción de la industria agroalimentaria.